16 de mayo de 2010

Music was my first love, and it will be my last.....

.... Music of the future, music of the past. Dedicarle una canción a la música es algo que casi todos los compositores han debido pensar alguna vez, ya que la música es tanto su musa como su sustento. El hecho de componer una melodía de la nada, y añadirle una letra es un proceso creativo complejo, que requiere aptitudes que no todos los seres humanos poseen.

Este proceso también se cumple en el mundo del cine: componer una banda sonora y por ende plasmar con música lo que se pretende transmitir con una imagen, o utilizarla para generar expectativa ante la imagen que se avecina,  es algo en lo que sólo unos pocos han destacado. Melodías que todo el mundo tararea y reconoce fácilmente, tonos que forman parte del alma de una película y que han marcado las vidas de muchos. Cuando se habla de bandas sonoras originales, todo el mundo piensa en autores como John Williams, Ennio Morricone o Elmer Bernstein, ya que ellos son los culpables de que muchos de nosotros hayamos aprendido a silbar con sus melodías inolvidables.


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