El órgano más complejo y desconocido del ser humano, el cerebro, ha sido capaz de crear una inteligencia artificial, aislada del ser. Uno de los objetivos de la ciencia actual es el estudio de la analogía entre los procesos funcionales de los ordenadores y el complejo sistema neuronal del cerebro. El difícil objetivo es crear una inteligencia artificial semejante a la humana, que genere pensamientos.
Los ordenadores son incapaces de desarrollar un pensamiento original, de crear por si mismos. El cerebro humano cuenta con elementos que no siempre pueden ser reproducidos artificialmente. Componen un acto de inteligencia diversos supuestos, como objetivos, motivación y modelos (en estos últimos influye mayoritariamente nuestra memoria y experiencias vitales en el tiempo).
Los fenómenos mentales son complejas funciones celulares nerviosas responsables de un sistema nervioso interno que crea modelos de todo lo que nos rodea, incluyendo proyecciones al pasado y al futuro. Estos modelos se constituyen a través de nuestras áreas sensoriales (todos nuestros sentidos) junto con las áreas asociativas (combinación de millones de datos) que relacionan y comparan todo tipo de información creando múltiples redes de modelos. También hay que mencionar la capacidad de crear ideas abstractas a través del lenguaje y los símbolos, por lo que existe la habilidad de ir más allá del mundo que percibimos sensorialmente.
Los sistemas nerviosos biológicos son variables, no repiten un modelo rígido maquinalmente, y gracias a otras funciones complejas que acompañan a los elementos neurales, a lo largo del tiempo se adaptan y perfeccionan progresivamente. El cerebro humano origina la percepción consciente, una conjunción de todas las informaciones internas y externas.
A diferencia de los componentes artificiales basados en ceros y unos, en una neurona existe una enorme variedad de procesos continuos y no lineales, por lo que nuestro “chip” es mucho más complejo. El cerebro usa una memoria de contenido direccionable, es decir, no solo se dirige a una posición específica dentro de ella, sino a todos datos relacionables con un pensamiento. El cerebro funciona en paralelo las regiones de "memoria",( los ordenadores de forma serial) lo que permite a muchas personas que han sufrido la pérdida de partes de sus cerebros funcionar, a menudo, de forma normal. Es un sistema auto organizado. Esa característica le permite que, en caso de lesiones, zonas del cerebro que no tenían una función idéntica a la pérdida asuman la tarea correspondiente. Esto se conoce como "plasticidad inducida por un trauma" y, por supuesto, no existe en los microprocesadores tradicionales.
En los ordenadores el ritmo de procesamiento es un cronometraje preciso y en el cerebro esta sujeto a una cantidad de variables. La capacidad de la memoria a corto plazo del cerebro no tiene límites, mientras que la RAM es finita.
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